Nada negra, Israel Quero

Inauguración: sábado 29 de mayo 2021, 17h-21h
Fechas: sábado 29 de mayo 2021 - sábado 3 de julio 2021
Horarios: sábados, 17h - 19h
Dirección: Calle 8 #66, col. Seattle, Zapopan
*cubrebocas obligatorio

Reception: Saturday, May 29, 2021, 17 p.m.-9 p.m.
Dates: Saturday, May 29, 2021 / Saturday, July 3, 2021
Hours: Saturdays, 5 p.m.-7 p.m.
Location: Calle 8 #66, col. Seattle, Zapopan
*mandatory use of face masks and coverings

La intensidad es lo insensible y lo que sólo puede ser sentido, lo que queda una vez suprimida la representación. Una descarga de energía minúscula que adviene como curva desde el fondo más oscuro. De esa oscuridad plena surge la diferencia, ligera, afirmativa. Afirmar no es llevar sobre sí, sino todo lo contrario. Una cosa es una multiplicidad en tanto encarna una idea. La idea es la cosa en tanto que pura, una pura presencia. Crear es tener una idea, tanto más oscura cuanto más distinta.

El espacio no es un contenedor, la materia no está en el espacio, el espacio está en la materia. Ante los ojos del espíritu carece de límites, se desliza y fluye sin determinaciones materiales. ¿Qué hacer para que se perciba más ligero, más aéreo, más caballo? Es preciso generar un flujo, llevar la materia hasta lo indecible, desbordar la noción de límite, hendir las cosas, romperlas, hundirlas en el inconsciente. Abrirnos a la forma vacía del tiempo como abismo indiferenciado, la sensación de una desmesura y de una inmensidad como afección del todo, el Aión. Ir cada vez más lejos en el problema del comienzo, un comienzo más radical. Producción de lo real como magnitud intensiva a partir de cero, del puro estallido poético que pasa y no deja tras de sí sino una vibración suspendida por un instante. La diferencia que no se opone a nada y que no sirve para nada.

El movimiento es extensivo y la velocidad intensiva. ¿Cómo lograr una unidad múltiple, un campo de fuerzas que remita a una energía potencial? A partir de la distribución nómade de elementos dispares y materiales inmanentes (cortes). Algo así como un vacío que fluye, en el que la luz como grado (blanco) y el cero (lo negro) entren en relaciones concretas de contraste o de mezcla.

Lo que fuerza a pensar es el objeto de un encuentro fundamental, en el que extrañas fuerzas son elevadas al grado de percepto y han sido colocadas en bloque allí donde no hay más que potencia. “Por un breve instante entramos a esa esquizofrenia que caracteriza la más alta potencia del pensamiento y que abre directamente el Ser hacia la diferencia, despreciando todas las mediaciones, todas las reconciliaciones del concepto”. (Gilles Deleuze, Diferencia y repetición, Amorrortu, 2017, pág. 105).