Alberto López Corcuera, Nostalgia de un futuro certero

Fechas: sábado 29 de abril - sábado 27 de mayo 2023
Horarios: jueves - sábado, 16h - 18h y con cita
Dirección: Calle de la Constitución 42, Escandón I Secc, CDMX

Dates: Saturday, April 29 - Saturday, May 27, 2023
Hours: Thursday to Saturday, 4 p.m.-6 p.m. and by appointment
Location: Calle de la Constitución 42, Escandón I Secc, CDMX

Nostalgia de un futuro certero

Cuando intentamos imaginar el declive de la civilización de Isla de Pascua, nos preguntamos: “¿Por qué no miraron a su alrededor, se dieron cuenta de lo que estaban haciendo y se detuvieron antes de que fuera demasiado tarde? ¿En qué estaban pensando cuando talaron la última palmera?”.
Jared Diamond, Discover Magazine, agosto de 1995

Presenciar el fin del mundo en tiempo real, o parte de él, se ha convertido en una constante en nuestro día a día. Ser participe de esto, desde la comodidad del hogar, nos resulta totalmente normal, mientras añoramos el porvenir que alguna vez imaginamos.

Para el artista Alberto López Corcuera (Guadalajara, 1983), es natural asociar muchos de estos fenómenos al sector de la construcción, en gran parte por su práctica en paralelo como arquitecto. La obscena expansión de las ciudades, la explotación desmesurada de recursos naturales, entre otras catástrofes, se contraponen con la belleza plástica que la arquitectura muchas veces proponen. Es en esa dualidad donde encontramos gran parte del trabajo de Alberto.

Composiciones geométricas que hacen alusión al Neoplasticismo o a planos de arquitectura modernista —uno de los periodos más salvajes de crecimiento de la mancha urbana en el planeta— conviven armónicamente con aves en peligro de extinción; polines de obra unidos con placas de acero sirven también de soporte de otros ejemplares amenazados hechos en vidrio ahumado, material ampliamente utilizado en edificios; columnas de concreto o una banca que utiliza sobres de papel como cimbra ostentan la frase “keep waiting” como un advertencia al futuro indeseado que nos alcanza; alacranes hechos con fierros oxidados encontrados en construcciones aparecen en columnas y en un coco, también hallazgo de obra.

Atestiguar la desaparición de una especie no es exclusivo del Antropoceno, antes del dramático conteo regresivo de ejemplares de vaquita marina, narrado por Leonardo DiCaprio, hubo muchos otros casos registrados por el hombre, como el tigre de Tazmania cuyo último ejemplar murió en 1936, o la extinción del dodo, esa ave no voladora que desapareció en el siglo XVII por culpa de su rica carne. Tampoco podemos atribuirle al periodo moderno todos los horrores derivados de la tala de arboles y crecimiento de las ciudades: Islandia antes de los vikingos era un fértil bosque, los mayas arrasaron con la selva para construir sus pirámides, los pascuences acabaron con su isla hace más de 4 siglos. Con un pasado así, resulta lógico que sintamos nostalgia por un futuro certero.

Enrique Giner de los Ríos