Maximiliano Rosiles
Guanajuato (MX), 1992. Vive y trabajara en la Ciudad de México (MX)

Maximiliano Rosiles es un artista visual interdisciplinario, nacido en Guanajuato, México. A una edad temprana, su familia sufrió una separación que resultó en que cruzara la frontera entre Estados Unidos y México y emigrara a Harlingen, Texas con su madre. Pasó sus años de formación viajando constantemente entre las ciudades fronterizas del sur de Texas y Guanajuato, México.

Su práctica artística es un intento de reconectarse con su herencia mexicana, mientras considera las complejidades incrustadas en la hibridación cultural de su identidad no alineada. Este sincretismo se encuentra en medio de un espacio liminal inmerso en un intercambio transcultural entre Estados Unidos y México. Utiliza escultura, instalación, performance y obras basadas en el tiempo para registrar su investigación cultural y nutrir una conexión con su herencia interrumpida a través de su experiencia migratoria, mientras disecciona sus identidades en un intento de someterse a un proceso que le gusta llamar “asimilación inversa’’.  Esto se ha manifestado a través de historias culturales, relatos personales y comentarios sociales sobre temas que ha presenciado, experimentado o encontrado a través de la investigación. Las historias y temas que captura son a menudo aquellos que se pasan por alto o se infravaloran, de los que no se habla, por lo tanto, viven en la periferia de la sociedad. Busca narrativas que están en el inconsciente colectivo de la experiencia mexicoamericana. Los temas que se encuentran a menudo en su trabajo incluyen inmigración, aculturación, desplazamiento, Nepantla, violencia, familia, religión y tradición cultural.

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Maximiliano Rosiles
Guanajuato (MX), 1992. Lives and works in Mexico City (MX)

Maximiliano Rosiles is an interdisciplinary visual artist, born in Guanajuato, Mexico. At a young age his family suffered a separation which resulted in him crossing the U.S-Mexico border and migrating to Harlingen, Texas with his mother. He spent his formative years going back and forth constantly between the border towns of South Texas and Guanajuato, Mexico.

His art practice is an attempt to reconnect to his Mexican heritage while considering the intricacies embedded in the cultural hybridity of his non-aligned identity. This syncretism lies in the middle of a liminal space immersed by a transcultural exchange between the U.S. and Mexico. He uses sculpture, installation, performance, and time-based works to record his cultural investigation and nurture a connection to his heritage that was disrupted through his migration experience while dissecting his identities in an attempt to undergo a process he likes to call “reverse assimilation”. This has manifested in cultural stories, personal accounts, and social commentary on issues that he has witnessed, experienced, or has come across through research. The stories and subjects that he captures are often those that are overlooked or undervalued, or those that are not talked about, therefore living in the peripherals of society.  He reaches for narratives that are in the collective unconscious of the Mexican-American experience. Themes often found in his work include immigration, acculturation, displacement, Nepantla, violence, family, religion, and cultural tradition.

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